19 noviembre, 2010

14 noviembre, 2010

En ocasiones no queda nada más, otras simplemente nada. No pido que haya algo, puesto que el vacío que llena el espacio ya es suficiente, pero si eres tan amable por favor de acercarme tus labios a los tuyos, querría susurrar por tus comisuras unas palabras que aprendí, izar una vela y navegar por el mar que componen tus pechos, bailar una dulce balada sobre la luz de la luna y reírnos de la inmensidad que compone al infinito mientras tragamos el aire que nos absorbe.

No pido que haya algo, puesto que siempre lo habrá.

27 octubre, 2010

¿Qué es más justo, distorsionar la realidad o dejar que la realidad acabe por distorsionarnos?

26 octubre, 2010


No esperes indulgencia, yo no la espero. ¿Crees que me temblará la mano cuando la alce frente a ti? Te lanzaré tanta luz que sentirás como si el cálido sol del verano abrazara hasta las últimas de tus extremidades. Y ahora, ¿crees que temblaré?

25 octubre, 2010

La diferencia entre la evidencia y la mentira se encuentra en los sutiles matices. Mientras el engaño debe permanecer perfectamente en secreto, la evidencia marca el final de su existencia.